El día 18 de Abril del 2.006 los cordobeses nos desayunamos con un “intruso” en el río Guadalquivir, quedamos sorprendidos al comprobar como un busto de un hombre simulando estar tomando el sol tendido entre las aguas en el centro del cauce en las proximidades del puente de Miraflores de Córdoba…nadie sabia quien fue el autor de la colocación de aquella extraña figura, hasta las mismas Autoridades cordobesas quedaron desconcertadas supuesto que nadie autorizó la colocación.
Días posteriores del insólito hallazgo, se pudo saber que dos vecinos de Córdoba los artistas Rafael Cornejo y Francisco Marcos fueron los realizadores de la figura en corcho blanco a la que denominaron como “El Hombre Río”, pretendiendo fuera una aportación personal de estos artistas a la candidatura de Córdoba a “Capitalidad Cultural de Europa en el 2.016″
Hacia tiempo que no sucedía algo en Córdoba que despertara tanto respaldo por parte de la ciudadanía, convirtiéndose en el centro del debate y la polémica cordobesa.

Debido a la buena acogida de los cordobeses el Ayuntamiento decidió sufragar la “reproducción” de la escultura flotante del Hombre del Río” pero en otro material menos perecedero para su reubicación en Miraflores…
El “Hombre Río» sonríe desde el día 8 de Enero formando parte del paisaje del tramo urbano del Guadalquivir junto al puente Miraflores el que tiene un peso de 2.000 kilos, construida en poliéster, con 1’80 de alto, 2’50 de ancho, 5 metros de largo y una pintura especial de barco para su conservación, estando fijado al lecho del Guadalquivir con una cadena de anclaje de 12 metros de largo.
Para la colocación de la estatura del “Hombre Río” en el cauce del río se han necesitado varias grúas de gran tonelaje y con ellas se dio por concluida la colocación de la escultura que será “un emblema más para la ciudad y otro motivo para volver la vista al río Guadalquivir.
Abuelo Andrés.