Nos vamos a tener que pasar todos a la acera de enfrente
Con inmensa pena vengo leyendo, casi día a día, informes sobre temas de homosexualidad en la Iglesia Católica, relacionada siempre con posibles conductas delictivas del clero.
Hoy acabo de leer un artículo en 20 minutos que textualmente dice “Un cura de Granada, detenido por abusar presuntamente de un menor de 12 años de edad al que daba catequesis”.
Este cura que reside en la misma localidad que el menor en La Zubia (Granada) y que hace nueve años ejerció como vicario de la parroquia del mencionado pueblo y, en la actualidad ya jubilado, daba clases de apoyo de catequesis en la parroquia del Ángel Custodio de Zaidín.

«Las dos veces que se encontraron en el autobús según los padres del menor, el cura aprovechó para piropear y tocar los muslos y el trasero de nuestro hijo»
El domingo «lo estaba esperando y después de cogerlo del brazo se lo llevó a un callejón y le dijo que se quitara los pantalones; como no quiso, se los bajó él y comenzó a manosearlo», afirman los progenitores. El menor no pudo más y llorando se lo comunicó a sus padres, que salieron en busca del presunto agresor.
El encuentro de los padres se produjo el lunes, cuado el menor reconoció a su supuesto agresor y se interpuso la denuncia ante la Guardia Civil.
Es una situación que parece que los curas estudian la asignatura de abuso de menores en su carrera, ahora me parece increíble que haya gente que defienda a estos individuos. Sólo espero que la Iglesia no tape al presunto autor y le aparte de sus funciones. Ya se que es mucho pedir para una iglesia como la nuestra, pero esto es lo más ético para todos. Ya es hora de que estos individuos asuman la responsabilidad de crear sentido para ellos mismos
El Arzobispo de Granada ha actuado correctamente apartándolo del ejercicio público al sacerdote. Ahora corresponde a la policía y jueces averiguar la verdad. Si el denunciado es culpable, que se le aplique el código penal y el canónigo.
Me pregunto ¿Cómo es posible que se sigan cometiendo abusos de este tipo? ¿Cuándo va actuar la Justicia contra la Iglesia cuando oculta y silencia estos casos? Cuando esto ocurre en otros ámbitos sociales se actúa de forma más diligente, pero tratándose de la religión parece como si se mirara para otro lado. ¿Qué está pasando?
Los curas homosexuales que ejercen, son los peores, porque su vocación no es auténtica, ya que se empeñan en despreciar a la Autoridad de la Iglesia Católica, con sus críticas y desprecios al Papa y, desobediencia plena a los Obispos lo que no se puede tratar como vocación.
La castidad es importante para vivir el Evangelio de Jesucristo y por este camino debemos seguirle todos, Sacerdotes, Obispos, seglares, incluso en el matrimonio, siempre con los valores evangélicos.
Si una persona con tendencias impuras, homosexuales, Dios no los llama para el Sacerdocio, los “curas pederastas nunca fueron llamados por Dios, según mi pobre opinión.
Así como un ladrón asalta una casa para robar, también algunos se hacen pasar por justos, para corromper.
Abuelo Andrés.